MANEJA ESTE TIMÓN DE LETRAS...

Bienvenido a esta Bitácora, Navegante...

Este es el Diario de a Bordo de Mar Solana (Mar Cano Montil), psicóloga, escritora y cuentista... Aquí encontrarás mi «Cuaderno de Impresiones, Cuentos, Relatos, Poemas, Reflexiones y otras Historias», una especie de lenitivo para mitigar las heridas que nos inflige este mundo punzante y rasposo... Escribí mi primer cuento con once años, lo inventé en un pequeño aseo donde me gustaba jugar. Con quince decidí que quería aprender el arte de «Domar Caballos Salvajes» (léase Emociones que necesitan volver a coger sus riendas). Por eso llevo un cuarto de siglo, con sus amaneceres y sus lunas, ejerciendo la Psicología... Mis raíces son "abu-leñas" y nací en la capital, pero a mi alma le dio por asentarse a orillas del Guadarrama... Hace algo más de una década regresé a mi pequeño Taller de Letras. Y ahora soy «Psicolotora» especializada en Literalogía o «Escritóloga» en Psicoratura. Me chifla inventar palabras, tender historias de Letras en las cuerdas del olvido y airear mis impresiones al barlovento del papel... Curiosa insaciable del aspecto más espiritual de la existencia, soy como el Caracol, peregrina de un camino infinito de crecimiento y aprendizaje...

Antic©py

Bucear Mar Adentro 🐚 🐠 🐋 🐬 🐳 🐠 🐚

ELIGE CÓMO LEERME...

LA MAGIA Y EL AMOR DE LAS LETRAS...


CON LA MAGIA DE LAS LETRAS Y EL AMOR DE SUS ENCUENTROS...

«La Novela es una meditación sobre la existencia vista a través de personajes imaginarios». ©Milán Kundera.


«En esta comarca no existen reyes, aficionados o vasallos de las letras; sólo la magia de los artesanos de la palabra que intentan comunicar». ©Mar Solana.


«La verdadera novela es el arte que nace de la risa de Dios».

©Milán Kundera.

jueves, 30 de diciembre de 2010

LA MEJOR FORMA QUE CONOZCO DE FELICITAROS EL AÑO... ¡ CON UN CUENTO!

            
                  LA CAJA DEL KARIADME (1)

Alraune paseaba por la playa con desgana. Era el último día de aquel largo ciclo y además, cumplía quince años; no tenía ganas de celebrar la tradicional fiesta del kariadme(2), la velada más larga del año, ni el –algo salvaje- ritual de iniciación al mundo adulto. De pronto, sus espigadas piernas desnudas tropezaron con algo áspero y aristado. Se agachó y llevó su mano grácil y blanca como la pluma de un cisne a la herida, antes de observar con mayor detalle ese extraño objeto que la había lastimado. Alraune ya conocía los arcanos dones de la sanación y su pie recuperó la compostura con la rapidez de un pestañeo. Cogió aquella cosa enterrada en la arena y la miró con más detenimiento. Era una delicada cajita hecha de conchas; fuerte y rugosa a la vez. Con el impulso de la curiosidad comenzó a abrirla… Esa noche, su madre le legaría el secreto para fabricar la mejor y más codiciada hidromiel del Valhalla(3), el más custodiado entre generaciones. Al cumplir los quince, las madres de la casta que guardaban el misterio de tan selecto brebaje, les donaban a sus hijas la preciada receta. Alraune pensó que aquel curioso cofrecito marino era una sorpresa de su madre, lo había depositado entre la arena para que ella lo encontrara; quizás contenía los pasos del maravilloso néctar fermentado. Cuando terminó de levantar la tapa de aquella peculiar caja, un polvo granate, cobrizo y dorado comenzó a esparcirse por todas partes. Alraune tuvo miedo y la cerró de golpe. El polvillo se depositó sobre la arena. Un desconocido sentimiento de gozo y alegría le impulsó a abrirla de nuevo. La nubecilla de colores rúbeos comenzó a diseminarse por su cuerpo. Sintió un agradable cosquilleo en los labios y la lengua se humedeció inundándola una intensa sensación de placer y felicidad. Sus incipientes senos se pusieron turgentes y firmes, las mejillas se ruborizaron y sus ojos se cerraron siguiendo el compás de una boca invisible. Un dulce hormigueo entre las ingles le impulsó a separarlas y se sintió la mujer más hermosa del mundo. Le pareció que sus labios eran más carnosos y sensuales que nunca y un penetrante sentimiento de amor le hizo derramar algunas lágrimas…

“¡Oh, Dioses…! ¿Qué ha sido lo que me ha turbado así? ¿Qué diablos contiene esta misteriosa arca?”

Cuando la muchacha recuperó su estar, se vio tumbada en la arena, semidesnuda y abrazando la caja marina con todas sus fuerzas. También amaba a su madre y hermanas pero jamás sintió por ellas aquel desconocido y atractivo placer. Volvió a abrir el cofrecito y escondido entre algas, arenilla y más conchas descubrió un trozo de lienzo húmedo, amarillento y desgastado. Escrito en rúnico se leía:

“Vengo de los más alejados confines del universo. He llegado hasta ti desde el barco de las descomunales protuberancias del hierro rojo, allende los gélidos mares del Norte. Si me has encontrado significa que mi cofre de amor ha naufragado en tu orilla y que yo estaré en el Valhalla a la espera de mi cruel destino…” 

Al final y tras algunas palabras ininteligibles, se leían estos versos:

"En la noche fueron hombres,
con petos tachonados,
sus escudos brillaban
en la luna menguante."(4)

“Agilaz, un arquero caído en batalla”, rubricaba aquellas palabras que eran para los castaños ojos de Alraune, en ese momento, más dulces y deseadas que la mejor hidromiel o el secreto guardado con más celo. Algo inédito y excitante para una hija de Odín. Agilaz, un guerrero insumiso que no aceptaba su destino y Alraune, una Valquiria aburrida e inadaptada que había descubierto, merced al aguerrido vikingo, el más bello de los sentimientos en una caja.

Esa noche, Alraune resolvió con delectación a quién no agasajaría con su hidromiel y a quién no iba a elegir para que se convirtiera en un einheri. Excitada, decidió ayudar a Agilaz a escapar del Valhalla, huirían juntos y le pediría sus besos, como los de la caja, ad eternum.

(1)Este cuento responde a una propuesta literaria del libro de Ricardo Guadalupe: “Palabras Literarias”.
(2) Kariadme= Palabra inventada por la autora para designar una fiesta equivalente a nuestra Nochevieja. Se celebra el final o la muerte de un ciclo y el comienzo de otro…
(3) Valhalla= Lugar al que llegaban los guerreros caídos en batalla
(4) Versos extraídos del "Völundarkviða" Nórdico de la Edda poética.





¡¡FELIZ ENTRADA AL 2011, NAVEGANTES... QUÉ LA FUERZA Y LAS MUSAS OS ACOMPAÑEN!!

domingo, 19 de diciembre de 2010

LA TARJETA DE NAVIDAD MÁS ENTRAÑABLE... ¡GRACIAS, MÓNICA!

PINCHAR ENCIMA DE LA FOTO PARA VERLA EN TAMAÑO NATURAL

Mi amiga bloguera, Mónica, de NEOGÉMINIS: "El extraño mundo de Neo", se ha propuesto sacar todo nuestro espíritu infantil, literalmente, para felicitar estas Navidades. Ha reunido a varios compis blogueros y con todo su cariño y su santa paciencia ha creado esta tarjeta de Navidad que me apetecía compartir con todos vosotros, Navegantes. La Capi es la niña del tirante caído, la segunda, empezando por la izquierda ;D

Si queréis descubrir a los otros pequeños y traviesos compis blogueros PINCHAD AQUÍ

Para celebrar este dulce regalo, os he traído una canción Navideña que siempre me hace volver a esos tiempos que Mónica ha recogido con tanta ilusión en esta tarjeta, una deliciosa canción orquestada por el mágico RAY CONNIFF: "RUDOLPH THE RED-NOSED REINDEER" ("Rodolfo, el reno de la nariz rojita :=)).

SE LO DEDICO A MÓNICA, POR SU TIEMPO, SU ARTE, SU TRABAJO Y TODO EL CARIÑO QUE HA PUESTO EN ESTE PROYECTO... ¡VA POR TÍ, MÓNICA!
(No olvidéis apagar mi MixPod, unas entradas más abajo, para escucharlo... ¡Merece la pena, ya veréis!)



martes, 14 de diciembre de 2010

EN "MAR ADENTRO"... RARA VEZ NIEVA...

... Hay ciclones, fuertes marejadas, huracanes, olas tempestuosas, tormentas perfectas, incluso blancas… Y además, en Navidad… tenemos este pesebre… ;D 
 
Belén 2010-2011. Fotografía tomada por Mar Solana©
 con duendes, ángeles, criaturas mágicas y sobre todo¡seres llenos de amor!

Que la luz ya creciente del solsticio ilumine tu nuevo camino hacia el corazón y que con tu sextante encuentres tu zarpe y tu arribo…

Con mis mejores deseos de que paséis una tranquila y entrañable Navidad…
¡Navegantes de la Inmensidad!

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CONTRA CORRIENTE...


Algunas veces, escribir es como vomitar o simplemente, expulsar algo que te quema muy dentro…
Este texto pertenece a una esfera íntima de sentimientos, no es una denuncia social...

Erase una vez una persona que sólo entrechocaba con otras. Clip… clop… Cuerpos de madera tropezando sin concierto, sonrisas de corcho, falsas esperanzas demudando decepciones. Clip… clop… Una persona batiéndose con una marea de gente que rompía la sinrazón en la orilla del desconcierto… Una persona de pétalos de rosa que recibía pinchazos de zarza y arañazos de cacto. Clip… clop… Una persona de abrazo dorado que sólo recogía los envites del miedo y del ego. Buscaba unas manos de verdad, manos de pétalos de rosa y té caliente. Clip… clop… Estaban allí, esperándola, sí, las había visto; manos que abrazan, acunan, regalan, acogen; no separaban, no repelían… Clip… clop… La marea estaba cada vez más alta y quedaban ocultas por ingentes olas de intolerancia e incomprensión. Por rocas de juicios y condenas disfrazadas de algas añejas y alquitrán. Clip… clop… continuaban los choques de las tercas y duras cornamentas de la inconsciencia en el margen de la discordia. Visillos de ángel para disimular la opacidad de un cristal ruin, soberbio y manipulador… Clip… clop… Pero existía la luna y las mareas bajaban siguiendo su concierto, las manos volverían extendiendo un manto de pétalos de rosa sobre las cristalinas y apacibles aguas, bajo el calor del sol.

jueves, 2 de diciembre de 2010

EL AZAR SE LLAMA DESTINO...

¡Hola, mis Navegantes de mares de Letras!

Como podéis ver, sigo erre que erre con el sempiterno tema de la casualidad/vs/causalidad, me apasiona… A ver si os gusta esta pequeña historia de ¿casualidades? ;)


Imagen del corto de animación: "Destino" de Dalí y Walt Disney...

“¡Socorro!, ¡qué alguien me ayude, por favor! ¡Auxilio!...”.

─ ¿Has oído, Gloria? ¡Parece que alguien está en apuros!─Román despegó sus labios de la tersa y mojada piel de su compañera. Gloria, entre jadeos, le atrajo de nuevo hacia sus ardientes y húmedos muslos. Como una serpiente enardecida ante su alimento, le susurró, sibilante y sinuosa, que no parara. No ahora, no en aquel momento tan anhelado de cénit semanal y clandestino, mientras sus padres disfrutaban de su habitual ópera de los miércoles. Sus súplicas se deslizaron por las sábanas y Román se incorporo de un salto, dejando a Gloria con el deseo entre los labios y el hambre sepultada bajo la almohada. “¿Qué diablos importaban unos gritos? Ella no había oído nada… Era probable que fueran unos borrachos con sus desagradables juegos de embriaguez e inconsciencia…”. Murmuró algo incomprensible en francés, mientras Román se vestía con la precipitación del poli que persigue a los malos en un mundo insomne y paranoico. Se enfundó su Walther p noventa y nueve y salió casi volando del dormitorio. Por fortuna, los padres de Gloria vivían en una casa de una planta y no hubo escaleras que sortear, sólo un minúsculo parterre que Román atravesó como una exhalación, aplastando varias petunias y margaritas que soñaban con una luna ausente.

─ ¡Alto, policía, deténganse o abro fuego! ─Un tipo con mirada de alcohol macerado y gesto enjuto levantó los brazos y dejó caer algo brillante que, con ruido metálico, se estrelló contra el suelo. El otro, alto y fornido, ataviado con un pasamontañas, dejó de zarandear a la chica y soltó el asa del bolso, que se estampó contra su cara. Hizo un gesto rápido, apenas visible, y ambos salieron corriendo como almas que lleva el diablo…

─ ¡He dicho alto a la policía o disparo! ¡Maldita sea! ─Dos balas siguieron una trayectoria equivocada y se perdieron en la oscuridad, o quizás no… El azar era caprichoso… ¿o lo era el destino?

─ ¡Beatriz…! Pero… ¿qué haces tú aquí, hija?... ¿Cariño, estás bien?

─Pa… ¡papá!… ¡eso debería preguntarlo yo! ¿No crees? ─La muchacha había visto a alguien que salía de la casa de su amiga Gloria corriendo en su auxilio. Tan sólo unas horas antes había compartido los apuntes con ella para el examen de francés. Cuando aquel hombre dio el alto a sus atracadores, vio, con estupor, que el poli bueno caído del cielo era su padre─. ¿¡Qué demonios hacías tú en casa de mi amiga Gloria, papá!?

─ Hmm… rutina policial, hija. Glo… La… la joven de esa casa dio parte en comisaría sobre dos extraños que rondaban su jardín, es muy probable que sean los mismos que te han atracado a ti, Beatriz. Además, casualmente ahora me tocaba patrullar esta zona… ─Una oscura noche sin luna cubrió el rostro de Román, como un velo de mentiras que le ayudó a disimular su vergüenza y desasosiego.

─ Vaya… papá… ¡sí qué es casualidad! ─Hacía tiempo que Beatriz ya no creía en el azar… En esa misma coincidencia que les llevó casi a cruzar sus destinos sin advertirse. ” ¿Y si no hubiera recalado en aquel café…?” Daba igual, iba a suceder y sucedió. El cínico aliento de la casualidad exhalaba sus últimos vapores en las sombras del desconcierto y la ingenuidad.

─ Vamos, cariño… Te llevaré a casa; después pondré la denuncia y haré las gestiones pertinentes en mi distrito… Te vendrá bien tomar una… —Por primera vez, Román enfrentó la profunda mirada de su hija, triste y perpleja como la del niño que se le escapó su globo. Se hizo un silencio de cripta, un silencio que anunciaba que algo acababa de ser enterrado en aquel instante…

Si Román hubiera subido el volumen de sus pensamientos, quizás su hija habría escuchado como el sexo y las balas huelen a premura e inconstancia y poseen ese sabor fugaz y agridulce, inconfundible, de la mayoría de las cosas absurdas e inconclusas de la vida. Beatriz, a sus diecisiete años, ya no creía en héroes de cartón piedra. Su padre ya no era el mismo de las mágicas historias que cada noche le contaba antes de dormir, cuando aún era una niña, asomada a sus sueños de colores y al globo que aún pendía de su risa. Le había salvado de los malos fuera del cuento en un mundo donde el azar, cuando se lo proponía, jugaba estas malas pasadas… ¿O era el destino? En todo caso, la vida era un cuento demasiado siniestro.


─No, papá, esta vez no…, cogeré un taxi… ─con un ademán brusco y firme, Beatriz se soltó de aquellas manos cínicas que todavía conservaban el calor y el olor del cuerpo de Gloria, una muchacha como ella en la que apenas hacía unos instantes aún confiaba─,… ni siquiera una taza de té cambiaría nada…─dijo sin mirarle y en un susurro apenas audible. Román miró de soslayo hacia las ventanas de Gloria, un visillo se había deslizado de nuevo, sutil e invisible, a su sitio.

Gracias al azar de aquella noche, el mismo en el que su hija ya no creía, se iba a cumplir una parte del destino de ambos, aunque casi siempre se sufrían duros desencuentros o amargas decepciones al escarpar su dolorosa cima.


jueves, 25 de noviembre de 2010

EL CAZO DE LORENZO...


Mi amiga Merce, la Haijina de "El reflejo de Uzume" , blog que por la belleza de los Haikus y fotografías de la autora os recomiendo visitar, me ha alegrado el día de hoy con este precioso cuento de Isabelle Carrier. Me apetecía alegraros también el día y enviaros un poquito de ternura, que viene muy bien para combatir esta ola de frío :DD

Con palabras simples y unas ilustraciones tiernas y divertidas, la autora recrea el día a día de un niño diferente: sus dificultades, sus cualidades, los obstáculos que tiene que afrontar...
 
"El cazo de Lorenzo" llena un vacío, conmueve al lector, sea cual fuera su edad. Pero lo que más llama la atención es la sencillez del dibujo y del concepto.
 
"El cazo de Lorenzo" es un entrañable cuento metafórico para hablar de las diferencias a los más pequeños, a partir de 6 años. Nos habla de la superación de un niño con dificultades para sobrellevar el día a día.

No dejéis de ver este precioso cuento, ¡os gustará!

Para todos los ángeles de esta Tierra que tienen que lidiar con alguna discapacidad, con las que se ven y con las que no...





jueves, 18 de noviembre de 2010

¿OS APETECE CONOCER A "ERINO"?


Hola, mis queridos Navegantes de mares de letras:

Os presento a mi "ERINO", un ericito que nació sin púas y… bueno, mejor leéis este cuento que -¡por fin!- ha conseguido quedar finalista en el Certamen Infantil de la Editorial Fergutson este mes de noviembre y que será publicado en una bonita Antología junto con otro de mis cuentos: “El globo y la nube” , y otros diecinueve finalistas.
El cuento ganador ha sido: "Sopa de letras" de Joaquín Suárez. 

¡Espero que disfrutéis mucho leyéndolos…! ¡Ay qué contenta estoy, Navegantes ;-D! Mis primeros cuentos infantiles verán la luz editorial y… ¿quién sabe? ¡Soñemos que no cuesta ni un euro, jejeje...!

Os dejo con ERINO


                EL ERIZO MÁS FEO DEL BOSQUE

Erino seguía liso y escurridizo como un cochinillo recién nacido. Todavía no le habían salido las púas y lo normal es que asomen en un ericito a los pocos días de nacer. No parecía un erizo, era feo cual rata de cloaca.

Mamá Eriza recogía el desorden del agujero. Sus cuatro hermosos y rosaditos erizos contaban muy pocos días de vida. Iban de aquí para allá, buscando algo parecido a sus pezones para chupar con avidez, una vez más, la dulce y deliciosa lechecita tibia que tanto les gustaba. Se movían todos a la vez, formando una pelotita de pinchos. Menos Erino, que se pasaba el día boca arriba, en un rincón de la madriguera, moviendo hacia ambos lados sus vivarachos ojillos negros como los arándanos. Mamá Eriza tenía que animarle para que comiera junto a los demás, y cuando estaba dormido roncaba tanto que apenas dejaba descansar al resto. Se preocupaba mucho por él, cada día que pasaba lo encontraba más deslucido y, sobre todo,… ¡tan diferente a sus hermanos! Rezaba todas las noches para que la primera púa descollara lo antes posible de aquella piel tan deslucida y resbaladiza.

En el campo ya se podía apreciar un verde más fresco que anunciaba la llegada del calor y de días más luminosos. El verano por fin comenzaba a enseñar su carita tras una larga y perezosa primavera. Los erizos aprovechaban los momentos menos calurosos del día y buscaban por la sombra deliciosos insectos para su comida. Erino apenas salía de su escondrijo y casi siempre se quedaba alguno de sus hermanos con él. Mamá Eriza creía que así le protegía de todo peligro, pues al no tener púas era mucho más débil que los demás. Aunque a decir verdad, no sólo se trataba de una mayor protección, también se avergonzaba de que los habitantes del bosque conocieran al hijo tan feo y extraño que le había nacido.

Pero hoy era un día distinto para nuestro amiguito. Su hermano no se conformaba, no quería perder más el tiempo cuidando del feo e indefenso Erino, y con la escusa de cazar un apetitoso escarabajo cerca de la madriguera, desapareció dando brinquitos detrás de un tupido arbusto. Erino estaba entusiasmado, por fin podía dar un paseo, ¡su primera salida! Cambiar la oscuridad de su guarida por la hierba fresca, la brisa y la tibia luz del recién estrenado verano. Salió de su escondrijo muy despacio y miró hacia todos los lados, temeroso y excitado. Caminaba indeciso y asombrado por el fabuloso espectáculo que contemplaba por primera vez. Ajeno a cualquier peligro, Erino se sentía muy feliz por todo lo que estaba descubriendo él solo y se preguntó por qué no lo hizo antes… El agradable olor de la hierba fresca y la tierra mojada, los llamativos colores del bosque, los dulces y confortables sonidos que le rodeaban… ¡Cuántas cosas bellas se había perdido por no tener púas y por el miedo de su madre! Casi a punto de llorar, de repente vio un brillo muy intenso al lado de un árbol. Fue hacia aquel extraño objeto plateado, con forma cuadrada, que le atraía más que cualquier sabroso insecto. Cuando ya estaba cerca, recordó a su madre y sintió miedo. Pensó en sus advertencias acerca de no tener púas. Nuestro amiguito no podía defenderse del ataque de otro animal. ¿Y si aquella cosa brillante fuera algo peligroso? Pero la curiosidad fue más intensa que el miedo y Erino se acercó más para ver qué era aquello. Subió con sus desprotegidas y resbaladizas patitas encima del cuadrado brillante y arrimó su carita para verlo aún más cerca…

De pronto, sobre aquel extraño rectángulo plateado, apareció un espantoso ser de piel rosada que le miraba con unos ojos negros fuera de sus órbitas. Chilló con tanta fuerza que alarmó a todos los animalillos que por allí se encontraban, incluidos otros erizos. Erino siguió gritando sin parar, inmovilizado por el terror. Cuando el grupo de erizos y otros curiosos del bosque llegaron al lugar de los alaridos, se detuvieron en seco. Delante de ellos y encima de un flamante espejo, un bellísimo erizo, con las púas más afiladas y perfectas que jamás habían visto, les miraba con unos avispados ojillos negros como los arándanos.

jueves, 11 de noviembre de 2010

LA PALABRA...


─Tam… tam…
─ ¿Quién es?
─Soy la palabra.
─ ¿Y qué me traes?
─Dolor, tristeza, soledad, entendimiento y libertad.
─ ¿Por ese orden?
─No necesariamente…

El Pensamiento descorrió el cerrojo, el Sentimiento quitó todos los candados y… la Voluntad abrió la puerta para siempre.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¿CASUALIDAD VERSUS CAUSALIDAD?


“Lo que llamamos «casualidad» no es más que ignorancia de las leyes físicas.Gottfied W. Leibnitz.

“Sólo los locos y los cínicos creen en las coincidencias” Lionel Luthor.

No creo en las casualidades, Navegantes, sí en las causalidades que se desprenden de lo que muchas filosofías llaman karma; fuerzas espirituales o invisibles, no terrenales, que impelen el desarrollo y consumación de los hechos que han de suceder en el preciso momento que deben hacerlo. Concurren una serie de circunstancias que, tácitamente, se van alineando en torno a los hilos del tapiz de nuestras vidas, a aquello que ya estaba escrito y no puede ocurrir de otra manera.

Algunas personas siguen pensando que el destino es una chorrada de brujas o adeptos a alguna filosofía de moda. Continúan diciendo aquello de: “¡Huy… fulanito… qué casualidad!…” cuando, por ejemplo, se encuentran con alguien que hace mucho tiempo no ven. El destino, nos guste o no, existe y no es un hado fatal e inexorable; es un hilo invisible, un camino, una ruta que se despliega con cada vida y en cada vida.

Sin embargo, es oportuno librarse de una serie de emociones "tóxicas" o perturbadoras para "ver" con claridad que la vida no es sólo una cuestión científica que podamos someter al azar o al albur de vientos imprevisibles...

En el momento que comprendemos esto... el respeto por absolutamente TODO en nuestra existencia, viene de su mano. Entonces sabremos que no somos como las bolitas que giran en el bombo de la lotería y que la suerte tampoco es algo casual.

Os dejo con un texto que encontré sobre este interesante tema; es curioso pero tampoco encontré demasiada información al respecto… ¿Será una casualidad? ;=D
Y vosotros... ¿Qué opináis?

¡Feliz finde, Navegantes!

Pintura de Adelina Carrión, Argentina.
 "La angustia y el temor que sentimos al tener que enfrentarnos a ciertas realidades desagradables, han hecho que los hombres comparen la vida con un juego de azar: nada está relacionado con nada, todo es una simple casualidad, donde algunos salen ganando y otros perdiendo. Y así, en esta "lotería de la vida", apostamos cada mañana por nuestra suerte y lloramos por las noches cuando la fortuna no nos ha favorecido.

A los propios defectos de falta de voluntad, indiferencia y cobardía psicológica, se añade la disculpa fácil de un "mundo malo y cruel", contra el que el hombre nada puede hacer.
El resultado aparece claramente: si vivimos en un desorden cósmico, donde los acontecimientos siguen la única ley de la casualidad, ¿para qué preocuparse por nada? La ciencia y el arte -por no hablar del rito religioso- se reducen entonces a las "cábalas" necesarias para rasguñar alguna parte de la suerte que la vida distribuye caprichosamente. Y ante los fracasos, jamás hay responsabilidad personal: la vida cruel y la casualidad son los culpables de la situación, y la conciencia humana se enquista más y más en la disculpa de la impotencia ante el destino.

Pensemos en el concepto "causalidad", mucho más certero y comprobable en la Naturaleza entera. Un juego de causas y efectos iría, pues, relacionando los hechos de modo que la existencia sería una larga cadena, donde cada eslabón tiene su sentido propio y de unión, tanto con el eslabón que le precede, como con el que le sigue.

No hay hechos casuales. Todo viene de algo y se dirige hacia alguna parte

La ciencia siempre busca el "por qué" de los fenómenos que nos rodean. Hay explicaciones para el día y la noche, para las distintas estaciones del año, para el milagro de la germinación de una semilla, para la gestación de la vida humana y animal, para el rumbo de los ríos hacia el mar, para las nubes que se agrupan y luego se disuelven en gotas de lluvia... Pero cuando se topa con el misterio, cuando faltan las explicaciones, y cuando es pobre nuestra comprensión, se prefiere la muletilla de la casualidad inestable, antes que conceder la presencia latente de una ley causal que aún debemos desentrañar.

Cada uno de nuestros actos tiene una razón. Cada gesto, cada sonrisa, cada lágrima, cada impulso de valor, cada sensación de fuerza interior, cada sentimiento de compasión y amor, vienen de semillas de sus mismas naturalezas. Y cada uno de nuestros actos, también genera un efecto que será igualmente de la misma naturaleza, en lógica concordia. El Amor viene del Amor y genera Amor; el rechazo viene del desprecio y del odio y genera más desprecio hacia la persona que lo profesa.

Sin casualidades, y con causalidades, somos responsables de nuestros propios destinos. Sería algo muy positivo asumir el compromiso de convertirnos en seres humanos conscientes y capaces de construir cada día una porción de nuestros destinos."

viernes, 29 de octubre de 2010

UN MICROCUENTO PARA EL HALLOBLOGWEEN...


                    UNA TRAVESURA FATAL

La angustia le acometió como una ola repentina. Antes de que pudiera decir “dulce o travesura” una mascarilla de oxígeno le taponó las intenciones y una sonda atravesó la jocosidad del momento. Sus amigos, paralizados por el pánico, miraban la escena incapaces de reaccionar. No se atrevían a confesar que a falta de trato o golosinas, habían decidido por su cuenta pasar al truco en esa funesta noche de Halloween.
Una camisa de fuerza encontrada en un viejo desván familiar y pasta dentífrica, de las que hacen mucha espuma, fueron los ingredientes básicos de aquella travesura. Una imprudente calaverada que se llevaba a su amigo, por repentino ataque epiléptico en plena Gran Vía, a las urgencias de un psiquiátrico con pronóstico reservado.


Esta es mi aportación para el HalloBlogween, ¿Quieres que se te erice aún más el vello?  
Pincha aquí ¡uuuhhhhhh!  y navegarás hacia más sustos, bromas y calabazas…

Feliz fin de semana, queridos Navegantes…

martes, 26 de octubre de 2010

LOS COCINEROS DE PALABRAS...


La otra tarde, mientras tomábamos un té, me decía mi amiga Chelito que ahora le ha dado por escribir a todo el mundo como si fuera una moda más, tipo cocinar con nitrógeno líquido, hacer Taichí o alojarse en un hotelito con spa.

“¡Claro─ me decía mientras sorbía un poco de su té con el meñique totalmente enhiesto─ cómo todo el mundo tiene bló!─al decir “bló”, se le escaparon algunas miguitas de su pasta de chocolate que salieron en tropel como impulsadas por un ventilador invisible.”

Yo le dije que una cosa no era consecuencia de la otra, y viceversa. Es decir, no todo el que escribe tiene página web y los que tenemos“bló” –como ella lo llama- no escribimos per sé; algunos garabateamos los papeles hace mucho tiempo y el blog nos ha brindado una bonita y curiosa oportunidad de compartirlo con otras personas. Es cierto que otros prójimos le dan a la tecla como consecuencia de abrir un “bló”, y desde entonces no han parado, mejor o peor, pero ahí siguen, a pie de cañón. También le dije que escribir se parecía un poco a cocinar; todo el mundo cocina más o menos, pero no todos le dan el punto justo y perfecto que se merece cada plato. Muy pocos consiguen mezclar los ingredientes de tal manera que al probar el resultado final quieras volver a repetir una y otra vez; o te chupes los dedos, llenos de chocolate, como cuando éramos pequeños y creíamos que no existía felicidad mayor al degustar tal delicatesen. Le dije a mi amiga que escribir era como hacer repostería, quizás lo más complicado de la cocina; porque freír un huevo, muy hecho o con moquillo, todo el mundo sabe, ¿o no? Sin embargo, hacer un pastel son palabras mayores. Mucha gente ha hecho pasteles, bizcochos, galletitas, tartas, brazos gitanos y mousses, pero ¿quién sabe preparar ese delicado pastel qué te llevará al cielo? No nos engañemos, muy pocos mortales lo hacen...  Ni muy dulce, ni empalagoso; es importante quedarse con ganas de repetir. Y mezclar los ingredientes de tal manera, siempre los precisos, ni un gramo más, ni un gramo menos, para conseguir que nos chupemos los dedos del alma. Elegir siempre los justos, aquellos que le darán el punto perfecto a tu pastel de letras. Cien gramos de puedo y una pizca de ilusión, espolvorear poco a poco el abecedario y remover; pero no de cualquier manera, no, ahí está el quid del asunto, le dije a mi amiga, hay que remover con la suficiente pericia como para meter la mezcla en el horno en el momento exacto.

lunes, 18 de octubre de 2010

UN BELLO POEMA PARA MAR ADENTRO...


Mis queridos Navegantes de mares de letras:

Me ha costado un poquito asentarme, hace menos de una semana que regresé de mi viaje pero ya estoy aquí de nuevo, con todos vosotros, que sois el sol que siempre sale trás el temporal... Y hablando de tormentas, vientos y nubes plumbeas, antes de mi paréntesis, pasé una temporada muy desanimada con mi escritura, si bien es verdad que la literatura arropa nuestros sueños como la mejor de las madres, también es cierto que, a veces, puede ser una brujilla despiadada e injusta, sobre todo para los que estamos empezando en este mundillo de vasijas medio llenas o medio vacías, depende de cómo lo miremos.

Y en ese tiempo de brazos e intenciones caídas, mi entrañable amigo y mejor poeta, Juan, me dedicó este poema que ahora comparto con todos vosotros, para animarme a coger de nuevo el timón de mis soñadas y mágicas letras... ¡Y lo consiguió! 

Desde aquí, mi querido Juan, te envío toda mi gratitud y mi cariño, con mi timón de nuevo en ristre, preparada para surcar estos mares de historias otra vez...¡ Tiembla literatura! ;)


Mar adentro
 Dedicado a mi gran amiga Mar Solana.
Playa de Luaña -Cóbreces- (CANTABRIA) Fotografía: Mar Solana©.


Escúchame, Mar Solana,
y observa el rumor del viento,
que sopla de sotavento,
trayendo lluvia temprana.
Deja tu nave cristiana,
que acaricie con su acento,
la fuerza de barlovento,
allá, por la mar lejana.
¡No ves que viene a tu encuentro!
¡corre y abre la ventana!
ya despierta la mañana
por el alto firmamento.
La dicha está tan cercana…
¡lanza tus velas al viento!
y sentirás al momento,
la libertad, Capitana.


Autor: Juan A Galisteo Luque.


miércoles, 6 de octubre de 2010

UN PASO ATRÁS…



Gracias Ramón, Susi, Juan G. y Mª Jesús… el “Arcoíris” ;) y vuestro cariño, me han impulsado de nuevo…

En cuestión de segundos tuve su vida colgando del hilo de mi providencia. “¿Así se sentiría Dios con nosotros?” Una pregunta engreída y capciosa, otra de las muchas que quedarían sin respuesta. Esta cuestión era más etérea y complicada que la decisión que yo debía tomar en estos momentos sin demora o remisión. Lo crucial de su existencia confrontado con lo prosaico de la mía. Un paso adelante y ella perecería, indefectible, aplastada por el peso de las ocho ruedas. Un paso hacia atrás y… Una respiración apurada y comprometida me envolvió la nuca como un soplo marino. Sentí un dolor punzante en el tobillo que muy probablemente me había lastimado en la aparatosa caída. Unos brazos recios me sujetaron con tibieza por el talle y me ayudaron a levantarme. “¿Estás bien?” ¡Dios mío… unos ojos azules, líquidos, traviesos como olas impenitentes, se interesaban por mí! No fui Dios, no, solo un césar gigante que levantó el pulgar hacia el cielo por aquel diminuto ser… Una hormiga, y no una cualquiera, ¡una reina! Su vida a cambio de un pie dislocado, algunos moretones en el culo y… Aún aturdida, agarré de nuevo el cochecito del niño que cuidaba y con la misma premura de aquella magnánima decisión, invité a ese monumento de mirada oceánica y hombros acogedores a tomar un café. Según algunas filosofías, un paso atrás en el camino es un argumento de futuro más que de pasado.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

UNO DE MIS MICROCUENTOS EN "RADIO VILLALBA"...


                         EL INFARTO

Martina yacía en el piso boca arriba y con los ojos desbocados como si acabara de ser presa de un enorme pánico. Su marido disfrazado de un murciélago gigante intentaba reanimarla, pero poco pudo hacer ya. 
Martina murió de un infarto a consecuencia de su desconocida y brutal fobia a estos mamíferos voladores de la familia de los vampiros. Tan sólo se trataba de una broma, pero ella nunca lo supo.

Este microcuento fue seleccionado por el programa de Radio Villalba, "Entre paréntesis", para leerlo en antena. Sé que esto no es gran cosa, pero a mí me hizo mucha ilusión escuchar una de mis "pulgas literarias" ondeando a través de los "mares hertzianos" de la radio :) ...

¿Te apetece escucharlo?  ¡PINCHA AQUÍ!

martes, 21 de septiembre de 2010

MIS BODAS DE CRISTAL...


Los buenos recuerdos son como los pedacitos de una manta de croché, se van uniendo con el hilo del pensamiento y con la filigrana de nuestro deseo.

Son las lucecitas de las casas cuando observamos la ciudad desde lo alto de una colina, auspiciados por el brillo y la magia de la noche, prenden nuestra intención como las velas de un primer encuentro, como las bengalas de nuestros juegos de niños cuando creíamos que podíamos tocar las estrellas con dedos de eternidad y risas de chocolate…

Los grandes recuerdos anidan en el alma como los vencejos en verano, se quedan sin permiso para entonar su melodía de membrillo y su piar de sol, agua fresca y regocijo.

Hoy se cumplen quince años desde el día de mi boda, aquel veintidós de septiembre del noventa y cinco¡Blanca y radiante iba la novia! Bueno, en mi caso el vestido era en tonos crudos o champán, como dijeron en la tienda de las telas, y sí… ¡iba radiante, me sentía radiante!

 De todos los pedacitos de mi manta de croché de ese día, de todas las lucecitas que brillaron, atesoro, en especial, dos preciados y bonitos vencejos que, en momentos como hoy, revolotean y pían con casi la misma ilusión de aquella inolvidable fecha: cuando la soprano, rodeada de arpas celestiales, entonó el “Ave María” de Bach con voz cercana a los ángeles, en un momento de absoluta comunión con el lugar y de sagrados sentimientos...
Y nuestra divertida salida de la iglesia, con miles de granitos de arroz intentando coronar nuestras cabezas como pequeños y juguetones proyectiles blancos..., “¡mira que avisé a mis amigos del peligro del cereal desparramado por el suelo para las aves circundantes y de lo apropiado y suave que sería el baño en pétalos de rosas en lugar del lanzamiento del grano...!”.

Quince años, dos septenios de mi vida. Muchos soles han brillado y numerosas tormentas has descargado su agua bendita sobre la tierra ajada. Un número indeterminado de nubes ha cruzado el horizonte como el humo de pipas gigantes y muchas lunas han completado sus ciclos. Hemos crecido desde entonces, sabemos algunas cosas más y quizás, caminamos con los pies mejor apoyados en el suelo. Y el amor… también ha espigado, ha cambiado; las semillas de la ilusión, el celo, la pasión y la ingenuidad de la juventud se han transformado en frutos maduros de responsabilidad, cariño y madurez… Se han convertido en un contemplar las puestas de sol cogidos de la mano, en silencio, con la confianza anegando el horizonte y la fe en la Vida entrelazando nuestro caminar.

Quince años, ¡mon Dieu, cómo pasa el tiempo; soy quince años más viejaaa! Las llaman Bodas de Cristal y yo me pregunto por qué. El cristal es frágil… ¿Será por qué a medida que el tiempo pasa el matrimonio se vuelve quebradizo como una copa con cientos de lavados, succiones y celebraciones? 

Yo prefiero pensar en el cristal como refractor de la luz o el hermoso reflejo que produce el poder mirar una misma cosa bajo diferentes prismas de luz y esperanza renovada… O como esta bella meditación de Elisabeth Kübler-Ross:

Las personas son como vidrieras...
Brillan y relucen cuando hay sol,
pero cuando se hace la oscuridad,
su verdadera belleza se puede apreciar
únicamente si hay luz que proviene del interior.
¡Cuánto más oscura la noche,
más luminosas las vidrieras!





(*) La foto me la hicieron bajando del coche para hacernos un reportaje nupcial en "El Retiro"... La canción que elegí para este momento tan especial fue "It Must Have Been Love" (Debe ser Amor...), del genial dúo musical sueco Roxette...

viernes, 17 de septiembre de 2010

LA QUINIENTOS VEINTIDÓS...



Se despertó muy confusa y mareada. Le dolía la cabeza y sentía una intensa punción en su abultado abdomen. No conseguía enfocar bien la vista, todo era una mancha verde, ocre y marrón, como si estuviera viendo los chocantes estampados de los manteles de los domingueros. O los dibujos de esas extrañas y divertidas revistas que a veces encontraba en su camino. Se tocó de arriba abajo, parecía estar todo en su sitio. Intentó incorporarse y entonces recordó lo que había pasado. Se cayó por ese barranco y con toda seguridad se había golpeado con varias piedras que le habían dejado inconsciente. “Pero… ¿cuánto tiempo llevaba allí?”, quiso saber… 

De camino a casa, con parte de su trabajo del día a cuestas, le asaltó ese tipo negro, gordo y viscoso para robarle su preciado botín, una ínfima porción del sustento de la comunidad, pero tan importante como cualquier otra: “La unión de las partes es la fuerza de todos…” Solía decir su padre. 

 Ya era la tercera vez en la semana que aquel tipo le intimidaba y le golpeaba para quitarle la colación que tanto esfuerzo y sudor le costaba aportar. Esta vez había ido más lejos, con la fuerza de esa pelota marrón, compacta y apestosa le empujó sin piedad por aquel barranco. “¡Podía haber muerto!” Una mezcla de miedo, fatiga y abulia hizo mella en su ánimo como la siempre amenazante sombra de un aplastamiento… “¡Era la gota que colmaba el vaso!, estaba harta de exponerse a un riesgo que, en algún aciago momento, podría costarle la vida. Dejaría la comunidad. Eso era. Desertaría de aquella indolente y funesta fila que tantas complicaciones le estaba propinando. Había llegado la hora de independizarse, buscar su propio hogar y salir huyendo de allí… Ya era capaz de conseguir su pitanza por otros caminos menos peligrosos. Pondría sus propias reglas, estaba cansada de seguir las órdenes de otros… ¡Era el momento de abandonar aquella tediosa cadena! ” Con el paladeo de aquellos pensamientos e imaginando su cercana libertad, comenzó a sentirse mejor. De pronto, cuando se disponía a ponerse de nuevo en camino:

─¡Número quinientos veintidós! ¿Se puede saber en qué estás pensando? Todos los días igual, tu despiste y tu empeño en coger otras rutas te van a costar caro… ¿Esta vez qué ha sido, quinientos veintidós…?─ le inquirió la número cuarenta y ocho con cierta sorna… ─ ¡Vamos, muévete perezosa, sal de ese hoyo de una vez y vuelve a tu fila! Y haznos un favor a todas… ¡Olvida-ya-tus-sueños-desgraciada!

Suspiró. Una lágrima apenas visible resbaló como una inoportuna gota de lluvia… Al fin y al cabo, ella era sólo una pobre hormiga, blanco perfecto de aquellos desagradables y fétidos escarabajos peloteros.

Villalba, 17 de septiembre de 2010.




miércoles, 8 de septiembre de 2010

El Monocorde Gris del Asfalto


«Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en el triunfo personal» J. Saramago. 



En esta comarca no existen reyes, aficionados o vasallos de las Letras; sólo la magia de los artesanos de la Palabra que intentan comunicar.

Amanda se salió de la carretera. No por accidente, lo eligió por voluntad propia. Se había cansado de pisar el acelerador en aquella carrera absurda, el viaje a la decepción y al reconocimiento efímero. El sistema se parecía mucho al de las máquinas tragaperras: insert hopes… Sí, alguna vez salieron las cinco campanas o las apetecibles cerezas, todas juntitas, anunciando el ansiado premio, que casi nunca llegaba al doble de lo invertido en dedicación. Así era el «juego» y debía aceptarlo… ¿o no?

Pero siempre se desplegaba una siguiente vez, como ese pellizco que mueve el ansia para echar más monedas o encender otro cigarrillo. Pese a conocer los efectos adversos de una toxicidad mantenida, Amanda volvía a las carreras. Solo debía manejar con presteza los pedales y las marchas para la conquista de esa imaginaria y falsa línea de meta, entre los primeros….

Con idéntica conducción, otros llegaban antes. Muy consciente de su esfuerzo y constancia y de que su trabajo era bastante aceptable, Amanda se preguntaba sobre su empeño en demostrarlo a todas horas. ¿Por qué continuar en esa carrera de fondo y sin sentido?  Se temía que de nuevo el e-g-o el gran organizador  (de falsos sueños), se había adueñado del volante y de la incoherencia que, igual que un fantasma, vivía pegada a la imaginaria e insana necesidad de control. Quizás necesitaba gritar a los cuatro vientos aquello de:

«¡Eh!, ¡mira qué bien lo hago!, ¡soy el mejor… entre muchos y en una prestigiosa vía!»

Se había distanciado de las relaciones de verdad, del calor de los abrazos amigos auspiciados bajo las ramas de la comprensión. Dentro de su mundo de asfalto y ruedas cansadas creía que aquello era lo verdadero; simples jirones de imágenes a través de un confuso y opaco cristal. Tan sólo la conducción y algunas palmaditas de vez en cuando, el azucarillo que te metía en el alma el pillín manipulador.

Conductores del montón jugando a ser pilotos de Fórmula Uno. Amanda sonrió con este pensamiento. Alguien le había plantado una inmensa y postiza nariz colorada para que intentara divertir a un grupito de aficionados. Sentía como si llevara un tupido abrigo en pleno agosto… Ella amaba conducir; sin embargo, comenzó a detestar la competición y las carreras. El desatino de atesorar esas copas engalanadas que mostraban el lustroso reconocimiento en un vial cada vez más atestado de conductores y de coches de todas clases.
Muchas veces la conducción era impecable pero se quedaba en la franja del medio, en ese espacio atiborrado de coches que seguían soñando con las cinco campanitas. Y entonces el ego (el-gran-organizador), se enroscaba en su oreja como un diablillo y la amonestaba con susurros de mediocridad que se clavaban en su ánimo igual que un aguijón colmado de ponzoña.
Esa especie de «territorio comanche», tierra de nadie, no era su sitio y Amanda lo sabía. Debía buscar su hueco por otros recorridos, carreteras secundarias que conducen a lugares en ninguna parte, sin alias o apellidos… Vericuetos que le ayudarían a descubrir las zonas neutras, donde uno conduce sin ansiedad, sintiendo los tibios dedos del viento enredando en sus rizos maduros. No ambicionaba más. Manejar su coche al compás de una velocidad cómoda, la que ella eligiera en cada etapa, arrobada por los ecos salados y el regusto turquesa del mar. Sólo así sería capaz de disfrutar del paisaje.
Gracias a la carrera, Amanda descubrió cómo la felicidad se parecía mucho a aquello que siempre viajaba muy cerca de ella y que, sin embargo, había arrinconado merced a un espejismo. Lo importante estaba en lo pequeñito y en los gestos cotidianos de amor. Algunos rayos de sol se colaban por su ventanilla dibujando cálidos sesgos en el mismo cristal que, un momento antes, auguraba tintes oscuros y opacos. Ofrecía una luz grata, apacible. Un sol que ya no quemaba y que les permitía disfrutar de la conducción sin aparentes quimeras o inalcanzables ilusiones, a ella y a otros también exhaustos de las carreras.

Paseo por Navacerrada Foto: © Mar Solana
Entre tanto conductor anónimo y egocéntrico, Amanda había descubierto a otros de carne y hueso y sentía una gratitud sin parangón. Algunos habían bajado la ventanilla y, más relajados, le habían regalado su guiño de cereza. Otras veces, pisó el freno y se apeó para abrazarlos, sentirlos. Conductores sencillos de coches humildes, personas de gran catadura que disfrutaban de su esfuerzo y trabajo sin halagos de merengue. Con amor y sinceridad, habían dejado sus huellas de manzana en el falso humo de la velocidad.
Habían descubierto, como Amanda, que más allá del procaz visillo que todo lo cubre, hasta lo más falaz, existe la claridad de lo espontáneo y sincero, de lo afable. Porque de los sueños de papel y letras también uno se despierta y debe estar preparado para no dar de bruces contra el rígido y monocorde gris del asfalto.

           © Mar Solana.

sábado, 28 de agosto de 2010

UNA CARTA MUY ESPECIAL...

                      CARTA PARA DIOS

A Miguel, amigo y vecino...tú sí hiciste las maletas sonriendo...

A mi padre, porque no me haría falta torcer la cabeza para verte sonreír de nuevo…


Hola, Dios:

Mi padre me ha dicho que tú existes aunque no te veamos. Entonces eres como el abuelo de mi amigo Rafita; nunca lo he visto porque está en un hospital. ¿Estás tú en algún hospital, Dios?

Mi madre, que es la Mayor que más quiero, me ha dicho que puedes estar en muchos sitios a la vez; en la calle, en el cole, en el parque, en la casa del campo y en una esquinita de mi cama, cuidando de todos nosotros. Yo le he dicho que entonces eres como Lumbrel, el mago de mis cuentos del bosque; cuando está contando alguna historia al duende y a sus cuatro ninfas, a veces aparece en el río entre los peces o en la copa de un árbol, con los pájaros. Puede vigilar todo el bosque sin necesidad de correr, aunque yo les he pedido este año a los Reyes Magos unas zapatillas nuevas para él.

Mi abuela Lourdes, una Mayor muy chuli, me ha dicho que vives en el cielo con los ángeles. Que eres muy bueno y que nunca te enfadas con los niños. Algunas veces sí, con los Mayores que no cuidan del mundo, y les mandas vientos muy fuertes y mucha agua, como cuando se sale la bañera si se me olvida cerrar el grifo y mamá se pone a gritar con las manos en la cabeza.

El señor que ahora vive con mi madre, que es un Mayor muy serio y con una cara muy extraña, dice que todo lo tuyo son bobadas de… una palabra muy rara que habla de personas que se hacen pis en las pilas. Pero mi padre, un Mayor muy triste que hace mucho se fue de casa, me dijo que tú estabas en todos los colores de mis cuentos y en las cosas alegres. En el rojo de los espagueti con tomate; en el amarillo de mi duende del bosque; en el azul de Ondina, la ninfa del agua; en el blanco de Eolina, la ninfa que sopla el aire; en el naranja de Samdra, la ninfa que cuida del fuego; y en el verde de Daphne, la ninfa de todos los árboles del bosque…

El otro día le pregunté a la seño que dónde estaba Mario, un niño de mi clase que ya no viene. Es muy bajito y no tiene pelo, se sienta solo en la primera fila y su boca es una sonrisa al revés; yo tuerzo mucho la cabeza y así lo veo sonreír. La seño me dijo que está en un hospital, que lo están cuidando muy bien muchos médicos, enfermeras y ángeles. Yo le pregunté si tú también estabas con Mario en un hospital y me contestó que sí, que siempre cuidas de todos los niños y en especial de los que no pueden ir al cole.


Por eso le pedí a la yaya Lourdes que me llevara al hospital donde está Mario. Ella al principio no quería, decía que los niños no pueden entrar en los hospitales. Yo le dije que sí, que tú estabas allí con Mario y que me ibas a dejar pasar. Mi abuela me miró con la cara de los Mayores cuando no entienden algo, como el día que papá se fue de casa. Pero me llevó a ese hospital en el tren, de la mano. La abuela tiene las manos mojadas, con muchos huesos y nunca me suelta.

Llegamos a una pared muy alta con papeles, lápices y teléfonos muy arriba. Se asomó una chica muy guapa, con un gorrito blanco y un lápiz sin punta en la mano y nos preguntó qué queríamos. Mi abuela iba a contestar, pero yo le dije antes que en qué piso estabas tú. Esa chica y mi abuela se miraron con la cara que ponen los Mayores cuando tienen que decir una mentira y se pusieron las dos a reír. Mi abuela le preguntó por Mario, la chica guapa le dijo que los niños no podían ir. Entonces me miró como miran los Mayores cuando están tristes, con los ojos de mi madre cuando se fue papá, y al rato estábamos en la habitación de Mario. Estaba en una cama torcida y parecía más pequeño que en clase. Seguía sin pelo y con la sonrisa al revés, pero cuando me vio, la sonrisa se le puso al derecho. Había muchas flores, muñecos de peluche, cuentos y muchísimos dibujos muy chulis pegados en las paredes. Me acerqué a Mario y le pregunté si te había visto. Entonces la sonrisa se le dio la vuelta otra vez, me solté de la mano de la yaya y salí corriendo de allí. Estaba muy enfadado con la seño porque me había dicho una mentira y contigo porque quería verte, como a mis amigos de mis cuentos, pero tú te escondías.

Llegué a un jardín con muchas flores y me puse a llorar. Miré al cielo, a lo mejor te cansaste y te fuiste a tu casa. En el cielo había un medio redondel de muchos colores como en mis libros: rojo, amarillo, azul, blanco, naranja, verde… ¡Eh!, ¡papá me dijo que tú estabas en esos colores! Torcí mucho la cabeza hacia un lado y me sonreíste, como Mario. Ya no estoy enfadado contigo, ¡te he visto reír desde tu casa!

Hasta pronto, Dios. Te volveré a escribir.

Iván González, 3º de primaria.

Posdata: Mario ha vuelto a clase y ya no tengo que torcer la cabeza para verle sonreír. La seño nos dijo que tú le curaste… Gracias Dios, eres otro Mayor muy chuli.



Villalba, mayo de 2010.

AD AETERNUM...

PENSAR... MAR ADENTRO.

PENSAR... MAR ADENTRO.
«La mente intuitiva es un don sagrado del que la mente racional es su fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra el sirviente y ha olvidado su don» © Albert Einstein. Imagen: Faro de Suances (Cantabria) © Mar Solana.

CUADERNO DE BITÁCORA: "DIARIO DE NAVEGACIÓN" ...


Hace medio siglo ya me gustaba llevar lectura al campo ☺️

Soy la niña que asoma por la esquinita de la ventana, la primera por la izquierda... 😃 GRACIAS, MÓNICA...

NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021

NAVIDAD BLOGUERA 2020-2021
¡Gracias, Mónica! Por tu trabajo y generosidad cada año :)

NAVIDAD BLOGUERA 2019-2020

NAVIDAD BLOGUERA 2019-2020
¡Gracias, Mónica! Eres una artista :)

Navidad Bloguera 2018-19-Tarjeta Personalizada

Navidad Bloguera 2018-19-Tarjeta Personalizada
¡Gracias Mónica! 🤗

ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...

ME GUSTARÍA SER DUEÑA DE UN INGENTE TESORO...
... EL TIEMPO DESGRANADO Y SIN PRESTEZAS PARA ESCRIBIR, ESCRIBIR, SÓLO ESCRIBIR...

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».

«Escribir es un autobús que te conduce a la calle Catarsis, con muchas paradas, pero directo».
¿Y leer? Me apasiona devorar libros. Es como visitar el hogar espiritual de mis escritores favoritos y paladear un delicioso vino de su mejor cosecha de Letras... Un buen libro es como una liana, te ayuda a desplazarte por la inmensa selva de tu imaginación... Leer también me facilita la tupida tarea de ir desbrozando esa maleza que se enreda entre la escasez de ideas y la falta de inspiración... ¡Nunca dejes de leer!

SABIA MAFALDA...

¿Te apetece entrar en mi Cuaderno de Bitácora?

¿Te apetece entrar en mi Cuaderno de Bitácora?

GIRASOL...

GIRASOL...
Mandala pintado por © Mar Solana.
MANDALA DEL SOL...

«Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca has hecho.»

JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!

JOSÉ SARAMAGO: 16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010... ¡HASTA SIEMPRE MAGO DE LAS LETRAS!
"La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva. Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran." Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...

EL BESO QUE TE ADIVINA ...
... es la luz que te conduce a sacar de tí lo mejor, a crecer en la mirada de quien verdaderamente te ama. El verdadero amor te quiere libre y como ser expansivo. Nunca admite murallas para el alma que respira... Es descubrir tu segunda piel, la que te eleva a la capacidad de ser decididamente afectivo, humedeciendo con licor de alegría los desiertos emocionales ... CARLOS VILLARRUBIA.

VIVIMOS SIEMPRE JUNTOS...

Llenamos el caldero
de risas y salero,
con trajes de caricias

rellenamos el ropero.

Hicimos el aliño

de sueños y de niños,
pintamos en el cielo
la bandera del cariño.

Las cosas se complican,
si el afecto se limita
a los momentos de pasión...

Subimos la montaña

de riñas y batallas,
vencimos al orgullo
sopesando las palabras.

Pasamos por los puentes

de celos y de historias,
prohibimos a la mente
confundirse con memorias.

Nadamos por las olas
de la inercia y la rutina,
con la ayuda del amor.

Vivimos siempre juntos, y moriremos juntos,
allá donde vayamos seguirán nuestros asuntos.
No te sueltes la mano que el viaje es infinito,
y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo,
y llegará el momento
que las almas
se confundan en un mismo corazón...
(Letra y música: Nacho Cano)

ESTA SEMANA, TE RECOMIENDO... COGE UNA DE MIS CARACOLAS Y PPPSSSHHH... ESCUCHA...

Blade Runner ¡Forever!